A partir de mi presentación, ya he empezado a darle vueltas a un asunto interesante (siempre según los parámetros de mi propia cabeza) en relación con el uso de medios como el blog, sobre él cual ya me había interesado en alguna que otra ocasión. ¿Es la innovación tecnológica tan buena como siempre se nos ha dicho? ¿Nos facilita la vida realmente? ¿O quizás nos reduce la libertad? Todo esto empezó cuando conocí hace unos años a uno de las mayores figuras antiglobalización actuales, John Zerzan, a través de un interesante documental, Surplus. En este, se nos presenta una crítica de la sociedad consumista actual y su inviabilidad desde la visión del movimiento antiglobalización. En él, aunque trata en su mayor parte sobre el consumismo, sale un pequeño reflejo del pensamiento de este conocido activista que me descubrió una rama del anarquismo, el anarcoprimitivismo o simplemente primitivismo (hay gran rechazo entre los anarquistas a aceptar la terminología de primitivismo), dentro del cual también han destacado el considerado su principal precursor, Thoreau, u otros teóricos de la corriente anarquista, como Derrick Jensen. Zerzan defiende desde esta postura el claro retroceso de nuestra libertad y derechos individuales a medida que la sociedad occidental se ha ido desarrollando, con parte de su crítica centrada en el lenguaje, la tecnología y la información. En una de sus tesis, incide en la “desinformación” del mundo desarrollado a través de unos medios de comunicación en teoría muy avanzados. Y es que los medios de información son una herramienta muy importante, y con una relación muy estrecha con la tecnología, tal y como se ha visto en toda la historia.
John Zerzan, escritor y pensador anarcoprimitivista.
Y es que un rápido análisis histórico nos puede ayudar a entender más esta postura. La innovación ha sido uno de los principales motores de la historia, y la tecnología ha marcado a diversas culturas y sociedades, destacando la evolución de la información. Se pueden ver tres grandes momentos en la innovación de los medios, tres fundamentales cambios para nuestra historia desde el propio lenguaje: la primera probablemente sea la invención del alfabeto en la Antigüedad, con lo que surgieron los primeros textos que podían ser formalmente escritos para todas las personas cultas (pocas por aquel entonces) de una misma lengua. El segundo fue la imprenta moderna de Gutenberg, que supuso la expansión de estos medios a todo el mundo a medida que la población se estaba alfabetizando. El tercero, y más cercano a nosotros, ha sido Internet y su rápida difusión, toda una revolución para nuestra sociedad, que a partir de entonces ha pasado a estar conectada las veinticuatro horas del día, algo nunca visto hasta este momento. Todo, en teoría, nos acerca a la información con mayor facilidad. Pero las palabras, los libros e incluso las páginas webs pueden ser manipulados, y son capaces de desinformar a toda una sociedad, alienándola mediante herramientas mediáticas. Por todo ello, Zerzan nos recomienda ser precavidos a la hora de mantenerse informado, e intentar buscar datos que estén probados con fuentes imparciales.
Quizás para algunos sea una propuesta demasiado radical al defender el primitivismo a ultranza frente al desarrollo y los avances, pero no deja de ser interesante lo que este pensador nos plantea en sus obras. Personalmente, no puedo dejar de darme cuenta de los efectos de Internet y el desarrollo en general en nuestra educación y sociedad, sobre todo entre los jóvenes. Tengo la sensación de que los libros en general se están abandonando, así como el pensamiento individual y la autocrítica que los libros permitían y que han caracterizado a la sociedad occidental desde hace mucho tiempo. A medida que la literatura pierde su peso, gana el modelo que desde Internet nos llega, lecturas pequeñas y ligeras, pero concisas y con discurso directo, y que favorecen de nuevo él informarse de manera colectiva (este mismo blog es un buen representante de lo que me refiero, desde breves mensajes de Twitter hasta los artículos de Wikipedia), un reflejo de la nueva dinámica en la que se mueve nuestro veloz y exigente mundo actual. Está claro que nos encontramos en un momento de cambio para nuestra manera de transmitir información, pero aún nos queda por ver que nos deparará esta situación, aunque esto no significa que necesariamente tenga que tener malas consecuencias a largo plazo. Solo hay algo indudable, y es que nuestra sociedad no volverá a ser la misma.
Artículo escrito por Eneko Orueta Iradi.
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