Las fichas de dominó empiezan a caer y todo se va desmoronando. La corruptela aparece por todas partes. Altos cargos, funcionarios, fuerzas civiles... Todos van cayendo y todos recurren a lo que haga falta para ocultar sus secretos. Amenazas, sobornos, silencios forzados... Todo vale.
Pero no en la política.
El Partido Popular está hundiéndose aún más en la mierda, y esta vez con pruebas irrefutables. El ojo está echado sobre ellos y los barriles tóxicos han comenzado a salir a flote. No se está salvando nadie, pero aún así ellos siguen aferrándose al cargo para seguir gobernando y llevarse todo nuestro dinero.
Pero la Capital, la Comunidad de Madrid, ha llegado a su máximo. Ayer se conocía una noticia que muchos llevábamos esperando y que nos hacía falta: la dimisión de la señora Esperanza Aguirre.