miércoles, 23 de septiembre de 2015

La política como servicio público y no como negocio. [Por Ricardo Bouzas Mendes]




Hoy día, la consideración de la política como servicio público está desprestigiada, y regenerar la política como servicio público es más necesario que nunca para contribuir a la transformación social necesaria, que pasar por contar  especialmente con las personas que están  atravesando una situación más complicada, en una crisis tan dura como la que llevamos años aguantando.
Y es por ello, que más que nunca, nuestros políticos, tienen que sentirse identificado con la sociedad que representan y  viceversa.
La corrupción, hace un daño enorme, y es causa de la ruptura de la confianza de la sociedad con la actividad política. Es por ello que la sociedad debiera de adoptar mecanismos, que la castigasen severamente, desde el proceso penal, hasta el momento que el último ciudadano emite un voto.
En esta ciudad parece que esta ultimo mecanismo, el que tiene el ciudadano en sus manos, no ha sido utilizado en las últimas elecciones a la vista de los resultados electorales, y tendremos que esperar a ver como en unos meses resuelve la justicia los últimos indicios de corrupción denunciados en esta ciudad.


Pero otra frontera enorme entre la ciudadanía es la de los privilegios  que algunos gozan por el ejercicio de la actividad política, y tampoco ha sido atajada en la sesión plenaria celebrada para la atribución de dedicaciones y otras retribuciones el Ayuntamiento de Ponferrada.
Ambas circunstancia, explican la elevada abstención en las elecciones municipales, los ciudadanos y ciudadanas cada vez creen más que el cargo de concejal en el  Ayuntamiento es una carrera de trepas y vividores para alcanzar un asiento y un gran sueldo. Un sueldo inalcanzable para la mayoría de  las personas de Ponferrada. Y por lo tanto no están dispuestos a contribuir ni ayudar en este fin.
Hoy el PSOE de Ponferrada a través de su nuevo portavoz, Olegario Ramón, que tuvo durante las negociaciones la posibilidad  de cobrar una dedicación exclusiva, y tener a su servicio a un auxiliar administrativo, que el propio partido nombraría, ha sido capaz de renunciar a ambos privilegios; y continuar con su vida laboral, como funcionario en el Juzgado, con un sueldo seguramente inferior al que podría cobrar en el Ayuntamiento, y combinándolo con su vida familiar.  Eso es servicio público, y es por tanto que debo aprovechar estas líneas para agradecer este ejemplo dado. Al igual que agradecer al otro grupo político que ha votado en contra de las enormes remuneraciones aprobadas, que han aumentado el gasto político.
En un Ayuntamiento donde solo hay 8 concejales de  partidos de Izquierda frente a 17 concejales de centro o derecha. Es necesario que hagan una labor de contacto con la ciudadanía, para que esa gran mayoría de personas que no votan, recobren la esperanza en la política, y logren después de 24 años darle de nuevo el Ayuntamiento a una izquierda en contacto con la calle. Demostrando que la política es servicio público, y no una labor de gestión de negocios e intereses , como nos tienen acostumbrados.

Artículo escrito por Ricardo Bouzas Mendes.

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