viernes, 6 de enero de 2017

Veganismo [Por Marc Barqué Vila]





VEGANISMO. ¿QUÉ ES Y CÓMO RESPONDE A LAS OBJECIONES?




El veganismo es un movimiento ideológico que defiende la igualdad esencial de todos los animales. En consecuencia, considera que todos los animales tienen la misma dignidad y el mismo derecho a poder disfrutar de sus vidas sin ser explotados por los humanos. Mucha gente tiende a considerar esta visión como una posición que da más importancia a los animales antes que a los humanos. Sin embargo, el veganismo defiende que los animales y los humanos tienen la misma dignidad e importancia. Ni más ni menos.
Así, el veganismo se opone radicalmente al antropocentrismo y a uno de sus corolarios, el especismo. El antropocentrismo es una cosmovisión que sitúa al ser humano en el centro del mundo y de la consideración moral. Esta cosmovisión nació en la Antigua Grecia, con el sofista Protágoras y su famosa máxima "el hombre es la medida de todas las cosas". Esta cosmovisión quedó soterrada durante la Edad Media en favor del teocentrismo, pero volvió a resurgir durante el Renacimiento y se ha ido imponiendo paulatinamente en la mente colectiva de la humanidad: los humanos somos el centro del mundo, y el mundo es nuestro. Todo está supeditado a nosotros, y la importancia de algo estriba en la importancia que nosotros le damos. Esta cosmovisión ha conllevado, necesariamente, el especismo: una visión inculcada a prácticamente todos los humanos, según la cual hay especies que son merecedoras de más respeto que otras. Por ejemplo, se nos enseña que los perros y gatos son nuestros amigos, compañeros y miembros de la familia, siendo merecedores de todas las consideraciones afectivas, dándoles el derecho de disfrutar de su vida e integridad. En cambio, los cerdos son nuestra comida, y su vida está supeditada a nuestro apetito, no pudiendo disfrutar de su vida ni integridad en la medida en que afecta a nuestros hábitos gastronómicos. Darle una patada a un perro es maltrato animal; degollar un cerdo, no. Esto es un ejemplo de cómo se manifiesta el especismo en nuestra vida diaria.


Así, la primera consecuencia de aceptar el veganismo (y, por lo tanto, el antiespecismo), es adoptar lo que se llama la dieta vegana. En realidad, esta dieta es la vegetariana (o vegetariana estricta, para diferenciarla de la ovolacteovegetariana que, en realidad, no es vegetariana). Los veganos nos abstenemos de comer cualquier producto alimenticio que sea animal o derivado de animales: carne, leche, queso, huevo, miel, etc. Pero esto es sólo la primera consecuencia y la más visible. Los veganos nos oponemos también al consumo de cualquier producto, servicio o espectáculo que conlleve la explotación de animales: circos, zoológicos, equitación, transportes (con caballos, burros, elefantes, etc), la compra-venta de mascotas, la experimentación animal (sea para cosmética o para el avance científico), tauromaquia, etc. También rechazamos el consumo de prendas de vestir realizadas con pieles o lana. En definitiva, procuramos evitar participar en cualquier actividad humana que requiera de la explotación de animales.

A continuación comentaremos algunas de las objeciones que se hacen al veganismo.

1.- “Los humanos necesitamos comer carne y otros productos alimenticios animales para poder nutrirnos de forma sana y completa”.

Esto es falso. La ciencia de la nutrición afirma claramente que podemos vivir y nutrirnos de manera sana y completa con una dieta 100% vegetal. La Academia de Nutrición y Dietética americana (con más de 67.000 nutricionistas) dijo: "las dietas veganas son saludables, nutricionalmente adecuadas y pueden aportar beneficios para la salud en la prevención y tratamiento de ciertas enfermedades. Son apropiadas durante todas las etapas del ciclo vital, incluyendo embarazo lactancia, infancia, niñez y adolescencia, y para atletas". La asociación Dietistas de Canadá dijo: "una dieta vegana saludable puede satisfacer todas las necesidades de nutrientes en cualquier etapa de la vida". La Sociedad Argentina de Nutrición dijo, en un documento llamado "Alimentación Vegetariana", que "las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas, incluídas las dietas totalmente vegetarianas o veganas, son saludables y nutricionalmente adecuadas". La British Nutrition Foundation dijo que "una dieta vegana bien planificada y equilibrada puede ser nutricionalmente adecuada" y que "los estudios de niños vegetarianos y veganos en el Reino Unido han revelado que su crecimiento y desarrollo está dentro del rango normal". La Fundación Española de Dietistas y Nutricionistas afirmó, en la celebración del III Congreso de la Asociación Española de Dietistas -Nutricionistas (su antiguo nombre) que la dieta vegana es sana. La Dietitians NZ (Nueva Zelanda) avaló la postura de la Asociación Americana de Dietética sobre la dieta vegana: es sana y completa. El Comité de Médicos por una Medicina Responsable dijo que "las personas que evitan la carne evitan el riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer, y los que además evitan los productos lácteos y los huevos son los más sanos de todos"1. Y la lista podría seguir.
Podríamos exponer de dónde se obtienen, en una dieta 100% vegetariana, las proteínas con todos los aminoácidos esenciales, la vitamina b12, el calcio, el cinc, etc. Pero en aras de una mayor brevedad, consideramos que la opinión de los profesionales de la nutrición de diversos países es algo fiable en esta materia. Pero es fácilmente demostrable que a una dieta 100% vegetal no le faltan ni proteínas con sus aminoácidos esenciales2, ni minerales3 ni, tampoco, vitaminas4.
Hay quien dice que la carne tal vez no sea necesaria en sentido estricto, pero que es importante ingerirla para gozar de buena salud. Esto está totalmente desmentido. La Sociedad Española de Dietética y Ciencias de los Alimentos afirma (igual que otras entidades científicas) que la ingesta de carne es un factor de riesgo para contraer enfermedades, concretamente cáncer y diabetes. Se apoyan en dos estudios: Levine et al. Low Protein Intake Is Associated with a Major Reduction in IGF-1, cancer and Overall Mortality in the 65 and Younger but No Older Population. Cell Metabolism, Marzo 2014 y en este otro: Guevara-Aguirre at al. Growth hormone receptor deficiency is associated with a major reduction in pro-aging signaling, cancer and diabetes in humans. Sci-trans Med. 2011;. Estos estudios afirman que un exceso de proteínas (como aportan las dietas que incluyen carne) pueden provocar cáncer y diabetes. Eso es debido a que el exceso de proteínas animales altera el funcionamiento normal de la hormona de crecimiento asociada a la proteína IGF-1, también relacionada con la insulina. En cambio, el exceso de proteínas vegetales NO causa esos problemas. Esto demuestra que nuestro cuerpo está naturalmente preparado para ingerir y metabolizar proteínas vegetales, y que las proteínas animales son problemáticas. Podríamos pensar que dos estudios no demuestran algo de forma tajante- Sin embargo, la literatura cientítica al respecto es abrumadoramente extensa y deja bien claro dos cosas: que los alimentos animales deben moderarse, ya que su ingesta provoca efectos metabólicos adversos para el cuerpo humano5 y que, por el contrario, adoptar dietas vegetarianas (sean parciales o totales) puede aportar importantes beneficios para la salud6. De hecho, un libro de reciente publicación llamado “Nutrición y cáncer. Lo que la ciencia nos enseña” muestra cómo las carnes son un factor dietético muy importante a la hora de contraer diversos tipos de cánceres.

Evidentemente, aquellas personas con circunstancias particulares que requieren más proteína (mayores de 65 años y deportistas) pueden y deben ingerir más cantidad de proteína. Pero no es necesario sacarlas de la carne. Las carnes aportan entre 10 y 27 g de proteína cada 100g. Muchos alimentos vegetales igualan, se asimilan o incluso superan estas aportaciones: tempeh (18g), soja (34,74g), semillas de calabaza (30g), seitán (entre 24g y 75g, según cómo se prepare), quinoa (20g) o nueces (20g), etc. De hecho, hay cada vez más deportistas veganos/as, algunos/as de ellos/as de élite: Patrik Baboumian, David Carter, Scott Jarek, Fiona Oakes, Carl Lewis, Brendan Brazier, Ruth Heidrich, Anna Ramírez Bauxell, Carlos Cuéllar, etc.

2.- “Las plantas también sufren. Por lo tanto, comerlas también es cruel”.

Esta idea de que las plantas sufren y tienen sentimientos surgió a partir de un libro de Cleve Backster (The secret life of plants) donde exponía sus resultados de conectar una planta a un polígrafo. Numerosos biólogos desmintieron esas conclusiones. Por ejemplo, Galston y Slayman (The not-so-secret life of plants) y otros. Hay quien cita un estudio liderado por el dr Maffiel junto con otros científicos del Departamento de Biología Vegetal de la Universidad de Turín y otro del Max Plank Institute. Sin embargo, ahí sólo se afirmaba que las plantas reaccionan de manera distinta bioquímica y fisiológicamente a diversos tipos de estímulos externos. En ningún lugar se afirma que posean una experiencia mental de tales estímulos ni de sus respuestas. NI en ese estudio, ni en ningún otro de los que se mencionan en debates por redes sociales (sólo lo afirman los artículos periodísticos sensacionalistas que hablan de dichos estudios, pero esas afirmaciones no están en los susodichos estudios). Si alguien conoce un estudio que lo afirme, que lo muestre. Por otro lado, Stefano Mancuso es el máximo exponente de lo que él mismo dio en llamar Neurobiología de las plantas, respecto a lo que diversos biólogos dijeron, en la revista científica Trends in plant sciene (2007)7, que ese nombre es metafórico y que las plantas no tienen ni neuronas ni cerebro y que, por lo tanto, no pueden sufrir ni tener experiencias mentales de los estímulos que “perciben” ni de las respuestas que “elaboran”. Pero además, en una entrevista en el diario ABC (23/03/2015), el propio Mancuso dijo que las plantas no tienen sentimientos, "si hablamos de sentimientos como miedo, antipatía, odio, en ese caso, no." Y ante la pregunta de si sufren: "Las plantas están diseñadas para ser comidas y el dolor es un mecanismo de defensa de los animales para huir del peligro. Las plantas no pueden moverse. No creo que sientan dolor". También dijo: "Las plantas no tienen neuronas, ni nervios, pero si consideramos que las neuronas del cerebro de los animales son células que producen y transportan señales eléctricas, en las plantas la mayoría de las células ejercen este tipo de función". Si sumamos todo esto a un principio fundamental de la neurobiología: "la mente y el cerebro son inseparables", es claro que las plantas no son conscientes y, por lo tanto, no sufren.

3.- “La carne nos hizo inteligentes. Si nuestros ancestros no hubiesen comido carne, no estaríamos donde estamos”.

Aunque eso pudiese ser medio verdad, que durante la Prehistoria necesitásemos matar animales para sobrevivir no implica que debamos seguir haciéndolo en el siglo XXI. Aun así, esa objeción se escuda en falacias. Falacia 1: la carne permitió que el cerebro creciese de tamaño porque pudo alimentarse mejor. Falso. El cerebro se alimenta, fundamentalmente, de glucosa, que es un carbohidrato, los cuales están presentes en los alimentos vegetales (son prácticamente inexistentes en la carne). Así, además de por el cambio anatómico y fisiológico craneal derivado del bipedismo, el cerebro creció por un aumento de la ingesta de carbohidratos, no de las proteínas animales. Así lo afirma un estudio8 liderado por la investigadora Karen Hardy (UAB) publicado en la revista Quarterly Review of Biology. El cerebro utiliza el 30% de la reserva total energética, y más del 60% de la glucosa en sangre.
Falacia 2. Evolucionamos como omnívoros.  Falso. Nuestro sistema digestivo no evolucionó en ningún aspecto para facilitarnos la ingesta y digestión de la carne (por eso, abusar de ella provoca problemas de salud). En cambio, según el estudio antes citado, en la prehistoria se multiplicaron nuestras copias de genes de amilasa salival, lo cual facilitó la digestión del almidón (la forma básica de almacenamiento energético de los vegetales). Es decir, la evolución nos mejoró la capacidad para digerir vegetales, pero no para digerir carne.
Falacia 3. Evolucionamos a partir de comer carne. Falso. Unos fósiles encontrados en Dikke (Etiopía)9 revelan que comíamos carne 800.000 años antes del inicio de nuestra evolución a partir del homo abilis. Esos fósiles demuestran que estuvimos comiendo carne durante un período de tiempo enormemente largo sin que evolucionásemos intelectualmente.

Además, ni la dieta ni el tamaño cerebral son factores clave en el desarrollo intelectual. Un estudio de Irving-Hallowell llamado "Hominid evolution, cultural adaptation and mental dysfunctioning" (1965)10 revela que el cerebro humano ha disminuído de tamaño en los últimos 30.000 años (de 1500 g a 1359 g, un 10%). Lo que nos hizo evolucionar a pasos agigantados fue, por encima de todo, la interacción social11.

CONCLUSIÓN: La carne NO nos hizo inteligentes. Evidentemente que la necesidad de organizarse para cazar debido a la escasez de alimentos vegetales como consecuencia de los fuertes cambios ecológicos que convirtieron las densas selvas en sabanas ayudó a mejorar la inteligencia. Pero es debido a esa interacción social (y muchas otras derivadas de las necesidades tribales cada vez más crecientes) que el ser humano desarrolló su inteligencia; no fue debido al consumo de proteína animal.


4.- “Que todo el mundo comiese vegetales implicaría una enorme demanda de productos agrícolas y el planeta no lo aguantaría. Además, la agricultura es muy contaminante”.

Hay muchos factores que contribuyen al cambio climático. El mayor reto de la humanidad hasta ahora es, básicamente, evitar la excesiva emisión de gases de efecto invernadero al medio ambiente, puesto que esto está causando un cambio climático cuyas consecuencias serán devastadoras. Pero, ¿cuál es el factor principal del cambio climático? LA GANADERÍA. 
Según el Natural Resources Defense Council, la ganadería emite:
-El 68% del Amoníaco (NH3)
-El 9% del dióxido de carbono (CO2), siempre señalado como el gran culpable del calentamiento global.
-El 37% del gas metano (CH4) cuyo Potencial de Calentamiento Global (PCG) es 23 veces mayor que el del CO2.
-El 65% del Óxido Nitroso (N2O), cuyo PCG es ¡¡¡296!!! veces mayor que el del CO2.

Está demostrado que adoptar una dieta vegetariana estricta es la mejor manera de reducir nuestra emisión de gases de efecto invernadero12.

Además, la ganadería consume cerca del 75% de la producción agrícola mundial anual y cerca del 80% del agua potable utilizada anualmente. Es decir, es el principal factor de agotamiento de los recursos hídricos13 y alimenticios del planeta14. De hecho, la ganadería es la principal causa de la deforestación del pulmón del planeta: la Amazonia15. La ganadería (y, por lo tanto, el consumo de carne, lácteos y huevos) es la primera causa de la extinción de especies16.

Por todo esto, un estudio ambientológico holandés17 y otro estudio matemático-ambiental vienés18 declaran que la generalización de las dietas vegetarianas podría salvar el planeta del desastre ecológico, la falta de agua y la deforestación extrema.


5.-“Comer animales forma parte de la cadena trófica”.

La cadena alimenticia es un proceso natural de intercambio nutricional y energético entre los seres vivos. Éstos se comen unos a otros según sus necesidades biológicas y mantienen, así, el equilibrio natural. Sin embargo, el consumo humano de carne no puede considerarse una parte necesaria de la cadena trófica, puesto que:
1) los humanos no necesitamos comer carne. De hecho, el consumo de carne nos acarrea problemas de salud, como la ciencia ha demostrado ámpliamente.
2) el consumo de carne no sólo no mantiene el equilibrio natural del ecosistema, sino que está destruyendo el ecosistema planetario: la producción de carne está agotando los recursos alimenticios e hídricos del planeta, contamina suelos y aguas, contribuye como ningua otra actividad humana al cambio climático y es la principal causa de la deforestación y extinción de muchas especies.
3) la cadena trófica mantiene las poblaciones de animales en una medida natural y apta para la conservación del ecosistema. Si hay algún desequilibrio, con el tiempo se reequilibrará. La producción de carne, lácteos y huevos mantiene una hiperpoblación antinatural de animales, lo cual está alterando todo el ecosistema natural y, como ya se ha apuntado, agota los recursos para que la naturaleza pueda reequilibrarse.
4) la cadena alimenticia se desarrolla en hábitats naturales, con animales libres, que luchan por su supervivencia en plena naturaleza. La producción de carne mantiene animales encerrados, sin libertad de movimientos, sin poder desarrollar todas sus capacidades y relaciones sociales naturales e instintivas. Esto es así hasta tal punto que se ha desnaturalizado por completo a cerdos, vacas, corderos, gallinas y otros animales, que viven según les obliga otra especie (la humana) lo cual no tiene nada de natural.


6.- “La ganadería ecológica o extensiva no es cruel

Se nos suele vender que en la ganadería extensiva (o "ecológica") los animales viven al aire libre y felices. Aunque esto pueda ser medio cierto, hay que tener en cuenta tres cosas:
1) siguen siendo animales explotados con el fin de satisfacer caprichos humanos.
2) su final será exactamente el mismo que el de los animales de granjas intensivas: viaje estresante en camión hasta el matadero y morir mientras están aterrorizados oliendo la sangre y oyendo los gritos de sus semejantes.
3) se les arrebata la mayor parte de su vida:
-los équidos y bovinos suelen ser sacrificados sobre el año de vida (los caballos pueden vivir 25 años; las vacas, 20)
-las cabras y ovejas suelen ser sacrificadas sobre los 6 meses (las cabras y las ovejas pueden vivir unos 10 años)
-los cerdos a los 4 meses (pueden vivir 10 años)
-las gallinas y otras aves para comérselas a las 10 semanas (pueden vivir 15 años)
-las gallinas destinadas a poner huevos a las 6 semanas.
La ganadería, sea intensiva o extensiva, supone la esclavización de animales y su rebajamiento a la categoría de meros recursos para los caprichos humanos.

Si no vemos bien degollar un cachorro de perro (ni a un perro adulto), ¿por qué defendemos hacer eso mismo con otros animales?


7.- “Necesitamos experimentar con animales para que la ciencia avance y nosotros podamos disfrutar de una mejor medicina

La experimentación animal es cruel e innecesaria. El argumento ético es claro: inocular virus y tumores, causar heridas o infecciones, modificar material genético, someter a hambre y sed y otros procedimientos a animales es algo absolutamente cruel. Pero también hay argumentos puramente médicos y científicos.
La validez de la experimentación animal se basa en que tenemos una similitud biológica considerable con muchos animales y que, por lo tanto, los resultados de la experimentación animal son extrapolables a la medicina humana. Sin embargo, muchos científicos y numerosísimos casos de la historia de la medicina desde el siglo XIX hasta la actualidad muestran que las diferencias biológicas, fisiológicas y anatómicas que hay entre humanos y animales (incluso entre animales de especies distintas) hacen que la experimentación animal no sea nada fiable para el progreso de la ciencia.
En internet existe una lista (debidamente documentada y citando fuentes) de 50 casos de pifias enormes de la ciencia por culpa de la experimentación animal19.
Estudios como los de Robert A Matthews en el Journal of the Royal Society of Medicine (febrero 2008)20, del British Medical Journal (Pandora Pound, febrero 2004), el "A critical look at animal experimentation21" del Medical Reserach Modernization Comitte, los artículos del grupo Doctors and Lawyers for Responsible Medicine22 y de la asociación alemana Médicos contra la experimentación animal23, demuestran con datos que la experimentación animal no sólo es prescindible para el avance de la ciencia, sino que ha retrasado el avance de la lucha contra el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, etc, además de haber provocado enormes errores médicos. Así lo afirma, en el caso del cáncer, el dr Irwin Bross del Roswell Park Memorial.
El único motivo por el cual la legislación permite (cuando no obliga) que se siga experimentando animales es que hay un negocio enorme: la industria del suministro de animales a los laboratorios24 y, evidentemente, es un grupo de presión enorme.
Las alternativas a la experimentación animal25 son los cultivos de tejidos, células in vitro, bioinformática, etc.

8.- “El hambre en el mundo. Primero preocupémonos de los humanos. Hay millones de niños muriendo de hambre
Podemos preocuparnos de los humanos y de los animales al mismo tiempo. De hecho, cualquier persona que tenga un perro entenderá que preocuparse por él no excluye preocuparse de los demás. Los animales están sufriendo tanto o más que muchos de los humanos que también sufren. Pero iremos más allá. El consumo de carne es, justamente, una de las causas de que haya tantísima gente pasando hambre, sobre todo en África. Adoptar una dieta 100% implica poner un granito de arena en la lucha contra el hambre en el mundo, así como el consumo de carne participa de esa vergonzosa situación.
Cada año se crían y matan unos 60 mil millones de animales "de granja" (sin contar los peces). Esta hiperpoblación antinatural de animales es alimentada (cebada) con pienso elaborado, principalmente, con soja y grano. Este grano es producido en parte por los propios países que ceban a sus animales esclavos (por ejemplo, EEUU). Sin embargo, la terciarización de las economías occidentales hace que sea necesario importar el grano y la soja de otros países. La soja suele importarse de América Central y del Sur. El grano...de África. De los 15 países cuyas exportaciones de grano más están creciendo, 7 son africanos26. Y ahí encontramos otra cara oculta del consumo de carne: su relación directa con la hambruna en África. Gran parte de la producción de grano de África (más del 25%, según la Fundación Melior) se saca de sus países productores para fabricar pienso para cebar los animales que serán consumidos en los países ricos. Así, el panorama es el siguiente: estamos cebando a 60 mil millones de animales quitando el alimento que necesitan los más de 223 millones de personas que sufren hambruna crónica y los más de 413 millones que viven bajo el umbral de la pobreza en África. Desde los años 70, multinacionales europeas y estadounidenses están acaparando las tierras africanas (más de 60.000.000 de hectáreas, según Henk Hobblink, activista de la ONG Grain) y expoliando los alimentos que ahí se cultivan. Y todo, para obtener unos alimentos que no necesitamos en absoluto: carne, lácteos y huevos. También para biocombustibles, pero éstos suponen un porcentaje muy pequeño; la mayoría de este expolio va destinado a consumo ganadero. Diversos activistas humanitarios nos informan de esto, como el francés Monbiot27 o el conocido Philip Wollen28, el cual después de pasar años luchando contra la hambruna en África afirmó sin titubear que comer carne es dar una bofetada a un niño africano hambriento. Cada vez hay más entidades que alertan que es necesario dejar de consumir carne para luchar contra el hambre en el mundo29, así como individuos particulares30. Evidentemente, un consumo moderado de carne proveniente de la ganadería orgánica no tiene nada que ver con el hambre en África, ya que no consume pienso elaborado con el grano saqueado de África. Pero la carne “estándar” (de supermercado, de la mayoría de restaurantes, de locales de comida rápida, etc) sí está implicada.


Dejamos esta información para que cada cual reflexione sobre las implicaciones de sus hábitos de consumo, y para sumar mostrar los diversos motivos por los cuales adoptar una dieta 100% vegetariana: por los animales, por el planeta, por la salud y....por el hambre en el mundo. Personalmente, pienso que erradicar la explotación y el sufrimiento innecesario de otros animales ya es motivo más que suficiente. Pero hay tantas razones de tantísimo peso, que llamamos a la reflexión y a, por lo menos, considerar el veganismo como una alternativa ética y sostenible para estas cuestiones gravísimas.





1 En este link podemos encontrar todas las referencias con muchos links a los documentos oficiales de dichas asociaciones: http://www.respuestasveganas.org/2006/08/argumento-dietas-vegetarianas-no-son_7209.html
2 http://pensamientovegano.blogspot.com.es/2016/12/dieta-vegana-y-proteinas-y-aminoacidos.html
3 http://pensamientovegano.blogspot.com.es/2016/12/dieta-vegana-y-minerales.html
4 http://pensamientovegano.blogspot.com.es/2016/12/dieta-vegana-y-vitaminas.html
5 Chan JM, Stampfer MJ, Gam PH, Gaziana JM, Giovannusci E. Dairy products, calcium, and prostate cancer risk in the physician's Health Study. Am J Clin Nutr. 2001; 74(4): 549-554
Hernández AR, Boada LD, Mendoza Z et al. Consumption of organic meat does not diminish the cancirogens potential associated with the intake of persistent organic pollytabts (POPs). Environ sci pollut res int. Published online April 19, 2015
Horing B, Miscaleck JR, Rebholz CM, et al. Association of dietary protein consumption with incidents silent cerebral infarts and strokes. The ARIC study. Stroke. Published online October 29, 2015.
Kim AE, Luindgreen A, Wolff RK et al. Red meat, poultry and fish intake and breast cancer risk among hispanic and non-hispanic white women: the breast cancer of health study cancer causes control. Published online February 22, 2016
Meat, fish, and colorectal cancer risk: the European Prospective Investigation into cancer and nutrition (Journal of the National Cancer Institute, junio de 2005).

The relationshio between the consumotion of meat, fat, and coffe and the risk of colon cancer: a prospective study in Japan (Cancer Letters, diciembre de 2006).

Red meat, chicken, and fish consumptiom and risk of colorectal cancer (Cancer Epidemiology Biomarkers Prev, septiembre de 2004).

Processed and unprocessed red meat and risk of colorectal cancer: analysis by tumor location and modification by time (Plos One, agosto de 2015).

A large prospective study of meat consumption and colorectal cancer risk: an investigation of potential mecanisms underlying this association (Cancer Research, marzo del 2010).

Gene-environment interaction of genome-wide association study-identified susceptibility loci and meat-cooking mutagens in renal cell carcinoma etiology (Proceedings of the 106th Annual Meeting of the American Association for Cancer Research, abril del 2015)



6 Appleby PN, Crowe FL, Bradbury KE, Travis RC, Key TJ. Mortality in vegetarians and comparable nonvegetarians in the United Kingdom. Am J Clin Nutr. 2016 Jan;103(1):218-30.
Tantamango-Bartley T, Knutsen SF, Knutsen R, et al. Are strict vegetarians protected against prostate cancer? Am J Clin Nutr. Published online November 11, 2015.
Urlich MJ, Singh PN, Sabate J, et al. Vegetarian dietary patterns and the risk of colorectal cancers. JAMA Intern Med. Published online on March 9, 2015.
Lassale C, Beulens J, Van Y, et al. A pro-vegetarian food pattern and cardiovascular mortality in the Epic study. Report presented at: The Epidemiology and Prevention and Lifestyle and Cardiometabolic Health 2015; March 4, 2015: Baltimore, MD.
Ornish D, Lin J, Chan JM, et al. Effect of comprehensive lifestyle changes on telomerase activity and telomere length in men with biopsy-proven low-risk prostate cancer: 5-year follow-up of a descriptive pilot study. Lancet Oncol. 17 September 2013. DOI: 10.1016/S1470-2045(13)70366-8.
Link LB, Canchola AJ, Bernstein L, et al. Dietary patterns and breast cancer risk in the California Teachers Study cohort. Am J Clin Nutr. 2013 Oct 9.
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Tantamango-Bartley Y, Jaceldo-Siegl K, Fan J, Fraser G. Vegetarian diets and the incidence of cancer in a low-risk population. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev. Published ahead of print Nov. 20, 2012
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Beezhold BL, Johnston CS. Restriction of meat, fish, and poultry in omnivores improves mood: a pilot randomized controlled trial. Nutr J. 2012;11:9

7 http://www.linv.org/images/about_pdf/Trends%202007%20Alpi.pdf
8 http://www.jstor.org/stable/10.1086/682587?seq=1#page_scan_tab_contents
9 http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0047248415001657
10 http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/9780470719428.ch3/summary
11 http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2145-48922011000100006
12 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4372775/
13 http://www.ag.unr.edu/saito/classes/nres400/readings/pimental04.pdf
14 http://vitalsigns.worldwatch.org/sites/default/files/meat_vital_signs.pdf
15 http://www.greenpeace.org/espana/Global/espana/report/other/impacto-de-la-ganader-a-en-la-2.pdf
16 http://www.sciencemag.org/news/2015/08/meat-eaters-may-speed-worldwide-species-extinction-study-warns
17 http://www.pbl.nl/en/publications/2009/Climate-benefits-of-changing-diet
18 http://www.nature.com/articles/ncomms11382
19 http://www.animanaturalis.org/p/1402
20 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2254450/
21 http://www.mrmcmed.org/Critical_Look.pdf
22 http://www.dlrm.org/
23 https://www.aerzte-gegen-tierversuche.de/agt-en/
24 http://www.ecologistasenaccion.org/article27891.html
25 http://www.eldiario.es/caballodenietzsche/Torturar-animales-cura-Alzheimer_6_252384793.html
26 http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/10/07/vidayartes/1381175124_503819.html
27 http://www.monbiot.com/2008/04/15/the-pleasures-of-the-flesh/
28 https://www.youtube.com/watch?v=nhnWB4heVHs
29 https://www.theguardian.com/environment/2010/jun/02/un-report-meat-free-diet

30 http://www.nytimes.com/2008/01/27/weekinreview/27bittman.html

Artículo escrito por Marc Barqué Villa

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