VEGANISMO.
¿QUÉ ES Y CÓMO RESPONDE A LAS OBJECIONES?
El
veganismo es un movimiento ideológico que defiende la igualdad
esencial de todos los animales. En consecuencia, considera que todos
los animales tienen la misma dignidad y el mismo derecho a poder
disfrutar de sus vidas sin ser explotados por los humanos. Mucha
gente tiende a considerar esta visión como una posición que da más
importancia a los animales antes que a los humanos. Sin embargo, el
veganismo defiende que los animales y los humanos tienen la misma
dignidad e importancia. Ni más ni menos.
Así,
el veganismo se opone radicalmente al antropocentrismo y a uno de sus
corolarios, el especismo. El antropocentrismo es una cosmovisión que
sitúa al ser humano en el centro del mundo y de la consideración
moral. Esta cosmovisión nació en la Antigua Grecia, con el sofista
Protágoras y su famosa máxima "el hombre es la medida de todas
las cosas". Esta cosmovisión quedó soterrada durante la Edad
Media en favor del teocentrismo, pero volvió a resurgir durante el
Renacimiento y se ha ido imponiendo paulatinamente en la mente
colectiva de la humanidad: los humanos somos el centro del mundo, y
el mundo es nuestro. Todo está supeditado a nosotros, y la
importancia de algo estriba en la importancia que nosotros le damos.
Esta cosmovisión ha conllevado, necesariamente, el especismo: una
visión inculcada a prácticamente todos los humanos, según la cual
hay especies que son merecedoras de más respeto que otras. Por
ejemplo, se nos enseña que los perros y gatos son nuestros amigos,
compañeros y miembros de la familia, siendo merecedores de todas las
consideraciones afectivas, dándoles el derecho de disfrutar de su
vida e integridad. En cambio, los cerdos son nuestra comida, y su
vida está supeditada a nuestro apetito, no pudiendo disfrutar de su
vida ni integridad en la medida en que afecta a nuestros hábitos
gastronómicos. Darle una patada a un perro es maltrato animal;
degollar un cerdo, no. Esto es un ejemplo de cómo se manifiesta el
especismo en nuestra vida diaria.