ALEXITIMIA
Empecé por desear enfocar tus emociones,
aquellas que distorsionaban cualquier planteamiento,
las mismas que te hacían vivir en una frontera mental,
terminando por romper el color a tus ojos.
Mientras, sigues hablando sin mover la boca,
tus pensamientos tóxicos te siguen golpeando,
a la vez que yo intento cicatrizar tus heridas,
para que tu mirada vuelva a amanecer
y conseguir ver en tus pies una sonrisa.